Me habían dicho que Guatemala era un país extraordinario, y tuve ocasión de comprobarlo personalmente. Con motivo de la amable invitación de la Universidad del Istmo (UNIS) pude recorrer el país de cabo a rabo y quedé francamente sorprendido.
Empecé el periplo en Antigua, una estupenda ciudad colonial, pretérita capital del país, donde pude admirar templos, monasterios, calles empedradas y muchas otras cosas, siempre bajo la atenta mirada del Volcán del Agua y del Volcán del Fuego. Seguí admirando algunos de los casi cuarenta volcanes de Guatemala en el magnífico lago de Atitlán, uno de los lagos más bonitos del mundo según el escritor psicodélico Aldous Huxley. Desde ahí visité la bulliciosa Chichicastenango y su delicioso mercado. En Panajachel, a orillas del lago, tuve una experiencia de sincretismo religioso al poder compartir unos minutos con San Maximón y el correspondiente chamán… Pero lo más impactante fue sin duda la visita a Tikal, un enorme complejo maya de templos, palacios y pirámides perdido en la selva cercana a la población de Flores. Uno de los lugares más telúricos, mágicos y fascinantes que he podido ver jamás. Una lección práctica de cultura maya que dejó en mí una huella imperecedera.
De vuelta a la Ciudad de Guatemala participé en tres actos diferentes organizados por la prestigiosa Universidad del Istmo de la mano de la directora de Gerencia de la Facultad de Económicas, la profesora Glenda de Nieto. El día 25 impartí un taller para 20 empresarios en la Escuela de Negocios de la UNIS sobre innovación. En el mismo lugar dicte por la tarde otra conferencia sobre mi último libro “Si funciona, cámbielo” a un público mixto de estudiantes y empresarios. Pero la actividad reina tuvo lugar al día siguiente en la sala de congresos del Hotel Barcelo, dónde la UNIS organizó una espléndida jornada sobre “El éxito: principal enemigo de la innovación” en la que participaron 350 personas, la mayoría estudiantes de la universidad y empresarios. Me acompañaron mis colegas Juan Carlos Sagastume, aventurero guatemalteco y el empresario mexicano José Acevedo, “Pepe Latas”, quién expuso su particular y emocionante trayectoria empresarial. Pude cerrar la jornada con una conferencia sobre el éxito, el cambio y la creatividad.